Escrita y dirigida por Francisco J. Serón y Fernando Clemente, con la participación especial de Silvia Guillén.
Un viaje por el territorio desértico de Zaragoza, en busca del exilio perfecto o la huida a ninguna parte.
Unos personajes que son capas de uno sólo, persiguiendo a un animal inanimado, que se entierra en las dunas de la sinrazón.
El agua que riega el paisaje cuarteado, que no deja de ser esa tierra interior que todos estamos obligados a transitar.
El amor y la rendición al territorio, la humedad y la soledad, pero también un curso fluvial que no es más que una intensa cicatriz que se expande y nos engaña para que creamos que estamos en algo más que un Oasis.
La sed, pero también la risa nerviosa del sentirse fuera de lugar, todos los que se quedan y no saben cómo soportar la expansión de la arena. Los que se van y ya no quedan, pero vuelven, los que odian pero resisten y pegan con trocitos adhesivos los pedazos de su huida, los que saben que no serían si de otro lugar hubieran sido.
Todo esto y mucho más es El desierto del Perro.
